entrevista Silvia Tolchinsky de la Institución Balmes. Descargar en PDF


¿Para un  chico con dificultades en la socialización no se le hace aún más complicado deber relacionarse con otros chicos que también tienen dificultades?

No hay una respuesta única. Hay chicos que no pueden identificar que “algo” les pasa a ellos y quedan atrapados en lo que le pasa al otro. Otros arrastran malas experiencias en sus encuentros con la escuela ordinaria, o  su malestar es muy invasivo. Pero nos damos y les damos un tiempo de acogida para que puedan encontrar un modo de estar. Ese tiempo, en ocasiones, es muy largo.live streaming film online

Sin duda, son chicos cuyas dificultades en la socialización son muchas, casi siempre muy importantes, unos por su posición más replegada, otros porque su malestar invade el espacio – o el cuerpo- de los otros y el propio. Algunos se defienden de modo tan radical que cualquier encuentro con el otro puede ser arrasador. Se crean aulas, separaciones, rincones, patios, pasillos,  en los que cada uno en su singularidad y con sus condiciones pueda establecer su lugar, con su singularidad,  también ellos han de tener un lugar

Organizamos grupos de convivencia, es decir que, si bien no conforman un grupo, puedan compartir un espacio. Luego viene su inscripción en los proyectos o actividades, es entonces cuando se mueven según sus posibilidades, intereses y condiciones. Posibilidades/intereses/condiciones que no están congelados, atraviesan momentos diferentes.

Estos dos ejes, espacios de convivencia y trabajo por proyectos educativos inciden en la socialización, en la interacción y en los aprendizajes: chicos que no hablan o no saben escribir pueden compartir actividades con otros que sí lo hacen, del mismo modo que chicos actuadores pueden convivir con otros más inhibidos.