Secuencia prevista para el día del Foro.
El psicoanálisis lacaniano parte de una perspectiva que no elude las dificultades con las que se encuentran los sujetos autistas. No considera el autismo como una discapacidad y por tanto no plantea el trabajo partiendo de una suma de déficits. Toma en cuenta otra orientación, la orientación de que allí donde hay un autista fundamentalmente hay un sujeto.
Aprender es un proceso más o menos complicado con el que se confronta cada sujeto a lo largo de su vida. Para un niño, entre comillas, normal, eso se presenta como algo ya solucionado donde conocimientos, destrezas, habilidades o valores formarán parte de su educación. Pero ¿qué pasa cuando un sujeto no obedece a este orden de cosas? ¿Cuándo no le sirve la vía del para todos igual, de la homogeneización?
Para trasmitir un saber es fundamental contar con su confianza, con su singularidad, es este el camino para crear con él nuevos espacios de intercambio. Aceptar esa confianza ¿le permitirá también, consentir a aprender?
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